Estamos muy satisfechos este año con nuestra uva, porque si no sufrimos variaciones climatológicas importantes, se prevé una calidad muy buena e incluso excelente, en esta temporada de vendimia en Jumilla. Todavía queda bastante uva por recoger, sobre todo de las zonas más altas y algo más frías, pero si el tiempo no cambia, lo que hasta el momento está entrando en bodega es uva de gran calidad.

A diferencia de otros años, el inconveniente que nos hemos encontrado, ha sido el bajo rendimientos que nos ha dado (menos cantidad) debido a que el verano ha sido  muy poco lluvioso y esto ha influido considerablemente.

Este año hemos intentando anticiparnos al máximo a la época de vendimia, intensificando los controles en el campo porque esto influye mucho en la futura calidad del vino. Hemos salido a menudo a la viña,  con el fin de poder comprobar su evolución.

Al principio me resultaba algo curioso, cuando Elena decía: “el vino lo hacemos en la viña y no en la bodega”. Ahora creo firmemente en eso, porque lo compruebo todos los días.

En el momento que llega el tractor a la “tolva” (recepción de la uva), y la ves caer en su interior, ya tiene un destino…joven.. para un paso corto por madera.. para un paso más largo…genial!! es verdaderamente genial!!

Paco, Luis, Jose, ellos no paran ni un minuto, pesan la uva, toman sus muestras,  si hace falta se suben al tractor para que con sumo cuidado y  destreza quede colocado en el lugar exacto. Se levanta el remolque y se deja deslizar la uva para dejarla caer, y así ser dirigida por el tornillo sin fin hacia la despalilladora, con el fin de poder desprenderse del ramillete o “raspajo”. Es un trabajo muy mecánico, pero a su vez de gran emoción, porque cada minuto es importante para que todo se lleve a cabo a la perfección.

vendimia-uva-monastrell-en-vina-elena-jumillaUno de estos días tan emocionantes, estando acompañando a un grupo de amigos finlandeses que vinieron a visitar Viña Elena. Subimos escaleras arriba, en el momento de la llegada de una monastrell que rebosaba del remolque, para presenciar  el acontecimiento de su entrada…bueno, pues catorce cámaras de fotos, todas dirigidas al tractor y su uva, para inmortalizar el momento de la descarga…  no había manera de que el remolque quedara en su sitio!!.. se torcía hacía un lado , hacia el otro, cuando ya casi estaba, entonces tampoco…yo miraba a nuestros amigos del país del frío y me daba la impresión que estaban viendo un partido de fútbol, cuando el balón está cerca de la portería y casi se cuela. Unos gesticulaban, otros emitían unos sonidos que traducido a nuestro idioma debía ser algo parecido a nuestro…Huy huy huy.casi casi casi!!!

En fin, nuestro Paco (uno de nuestros bodegueros con más solera), se subió al tractor hizo dos o tres maniobras a la española y lo dejó más recto que una vela , así que las caras de nuestro amigos se relajaron, ya que, uno de ellos parecía estar preparándose, para mostrarnos su habilidad con el tractor a la finlandesa!. Y eso, la verdad, me aterrorizaba un poco.

Bueno, anécdotas ahora, casi todos los días, porque esto es como una gestación que ha llega a término para darnos el retoño. Nos tiene a todos a su alrededor, con todo listo para su llegada, pendientes, que todo esté en perfectas condiciones para mimarlo y darle los mejores cuidados posibles, con mucho cariño y dedicación. En fin, momentos importantes, que merece repetir todos los años.

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