Sábado 25 de Febrero.
El día se presentó soleado y sin ninguna amenaza de lluvia. La calma predominaba en el ambiente, nos montamos en el coche en torno a las 9.30 am. desde la bodega y fuimos al encuentro de Emiliano que junto a los demás miembros del Instituto de la Cultura del Vino de Jumilla y el resto del grupo, nos esperaban en “Viña P.” en la carretera de Pinoso.
En el mismo punto esperaba María, una jumillana muy jumillana, 30 años fuera de su tierra, pero una gran entusiasta que adora y alardea por donde va de las maravillas de su pueblo y su conjunto histórico.
Nuestro destino: EL CUCO DE LA ALBERQUILLA.
Nos apetecía mucho visitarlo, porque nuestro Cabernet Sauvignon conocido con este mismo nombre, representa mucho en Viña Elena. Es un vino que se asemeja a la singularidad que encontramos en el Cuco y a la belleza de su entorno. Un paraje fácilmente descriptible en cuatro palabras: sosiego, armonía, equilibrio y perfección.
Sabías que te encontrabas en Jumilla, porque tan solo habíamos recorrido 17 km, pero por un instante ese espectacular paisaje y la calma circundante, te hacía sentir lejos en el tiempo y en el espacio. Parecía como si nunca antes nadie hubiera estado allí. Desde que “Zacarías” o sus antepasados (posibles constructores de este cuco) lo habitaran.
Esta construcción servía de resguardo a los agricultores que trabajaban las tierras, y los protegían contra las inclemencias del tiempo. Eran como albergues temporales donde llegaban a habitar cortos espacios de tiempo. Se construían sobre todo, en aquellas zonas que quedaban alejadas de los núcleos de población y que por las malas comunicaciones se hacía difícil el desplazamiento continuo.
Nos contó Emiliano, que este tipo de construcción abunda por la zona, pero que este, es uno de los mejores conservados de la Región de Murcia.
Nuestro vino LOS CUCOS DE LA ALBERQUILLA, Cabernet Sauvignon 100%, rinde homenaje a este Cuco y al Paraje de La Alberquilla y expresa todo nuestro sentimiento por el patrimonio histórico y cultural que nos rodea.
Tras la visita al Cuco, seguimos al grupo y a los miembros del Instituto de La Cultura del Vino, quienes nos condujeron a La Torre del Rico. Conocimos a su pedáneo y entramos al interior de su torre. Otra maravilla, dentro del término de Jumilla, digno de visitar.
El punto y final se puso aquí en Viña Elena. Hablamos también de historia, pero en este caso de la nuestra, de las grandes cualidades de la uva monastrell y del vino en general. Hicimos una pequeña cata en rama (directamente de depósito) y tomamos un merecido aperitivo.
Fue un placer CATAR NUESTRA HISTORIA y disfrutar de una mañana de sábado junto al Instituto de la Cultura del Vino y al resto de acompañantes que participaron en esta agradable aventura, compartiendo vino e historia.