Hoy, 19 de marzo de 2016, es un día del padre muy especial, una fecha muy sentida porque este año Paco Pacheco no nos acompaña. Quien fuera el pilar fundamental de la bodega nos dejó el año pasado y este es nuestro particular homenaje, que hoy compartimos con vosotros.
No se nos ocurrió mejor fecha que esta, para daros a conocer la nueva añada y nueva imagen de nuestro vino Familia Pacheco Selección 2013.
Como algunos sabréis, en Viña Elena tenemos dos grandes gamas de vinos, una de ellas y más antigua es la gama “Familia Pacheco”, cuyo nombre es tributo a la larga trayectoria familiar en el negocio vinícola. En este conjunto de vinos, encontramos blanco, rosado, orgánico, roble, dulce y el vino de gama más alta, protagonista de hoy: Familia Pacheco Selección 2013.
Como su nombre lo indica, Selección es la preferencia de unas parcelas sobre otras, la elección de unas cepas en lugar de otras y finalmente la separación de unas uvas entre otras. No todas son las elegidas, solo las que cumplen con las características deseadas para dar un vino de calidad. Esas, solo esas uvas, son las seleccionadas y éste es el concepto que intentamos trasmitir con el nuevo diseño de botella.
En la etiqueta se aprecian sutilmente muchos racimos, destacan al tacto más que a la vista gracias al relieve, y de todos ellos, solo uno resalta por su color oscuro. Una etiqueta, en la que entran en juego los sentidos para cerrar el concepto. Y una frase en la contraetiqueta que lo explica todo:
“Contados racimos de elegidas cepas han sido seleccionados para crear este vino en homenaje al patriarca de la familia: Paco Pacheco.”
La idea al crear este vino fue romper con la imagen tradicional y crear algo diferente, con la intención de dar paso a un vino de estilo moderno, sin perder el toque clásico que le aporta su larga crianza, tanto en barrica como en botella.
Su paso de 16 meses por roble francés junto a una posterior crianza en botella le ha dotado de elegancia y sutileza al mismo tiempo. Como resultado final: equilibrio, armonía y carácter. Acertado ensamblaje de las variedades Monastrell: 60%, Cabernet Sauvignon 30% y Syrah: 10%.
Color rojo picota de capa alta. Sensaciones aromáticas de intensa frutosidad, vainilla, toffee, chocolate en polvo, dátil y algarroba.
Su paso en boca es agradable, se manifiestan sus taninos maduros y la sensación aterciopelada que deja, bien integrada con el gusto complejo que aporta su paso por barrica, es largo, redondo y fresco.
Su estructura y equilibrio le confiere afinidad con innumerables platos, acompañando espléndidamente carnes rojas a la parrilla, cortes de caza menor: jabalí, perdiz, codornices… estofados de carne, pastas aliñadas con salsas cremosas, embutidos ibéricos, tostas de foie y quesos curados.
Un gran vino, fiel reflejo de un gran padre. ¡Va por ti Paco!.
¡Y a la salud de todos los padres en su día!